domingo, febrero 25, 2007

HALLAZGO


Todos los días pasé buscando entre los restos magníficos de aquellas ruinas la joya que yo anhelaba. De hecho, todo el lugar estaba lleno de ellas, pero no tan especiales como la que yo esperaba encontrar. Años y sacrificios había hecho para llegar hasta aquí, y no es que alguien sino mi alma me hayan orientado. Abandoné la seguridad de mi refugio y salté por mi ventana en cuanto sentí el llamado.

Esa fue una noche especial. Cuando la luna, fiel aliada, brillaba con intensidad a pesar de no encontrarse llena, distinguí entre las rocas un objeto diferente, de un material totalmente distinto y mucho más hermoso. Apresuradamente, como si me fuera a ser robado, me coloqué ahí y delicadamente lo aparté de entre los demás. Era de caoba y no había ninguno igual. Aparecía limpio, sin polvo ni daño. Al contrario. La luminosidad lunar permitía advertir los rasgos de un trabajo magistral. Representaba un rostro maya tan expresivo y claro, tan nítido, que me parecía casi real. Lo recorrí con la yema de mis dedos suavemente, como si se tratara de un rostro humano de carne y hueso. Temía herirlo.

Entonces, contra mi voluntad pero siguiendo un llamado superior, decidí depositarlo de nuevo en un lugar seguro. De pronto, la voz, melodiosa y profunda, se escuchó: "no hay lugar más seguro para mi obra que tu espacio, tu cuerpo y tu corazón. La hice con amor pero para nadie en especial. Espero seas tú quien la sepa apreciar y entender. En su interior y en sus formas se expresa una historia, un sentimiento y un perfil".

Miré hacia el sitio desde donde provenía esa clara y sonora voz, pero sólo advertí una silueta. Su contorno. Los claroscuros de la noche no me dejaban ver con certeza y ya no tuve tiempo de detenerme a precisar, pero sí quise, para corresponder, dejarle un regalo.

"Tampoco yo sé si seré el indicado, -dije-. En todo caso, prometo encaminar todos mis deseos hacia ese objetivo. A cambio, quiero abrir a ti la ventana de mi alma. Podrás entrar a ella a través de mis ojos y de mis letras, solamente. Te la regalo. Yo no tengo, como tú, una obra de arte, pero la he forjado lágrima a lágrima y quimera tras quimera con toda la sinceridad que he podido. Igual no sé si tú serás quien sabrá aquilatarla, amarla, protegerla y darle sentido a su existencia. Pero te la doy sin esperar nada a cambio porque sí, porque confío en ti, porque antes de encontrar tu rostro ya sabía de ti y te quería tanto como ahora".

sábado, febrero 17, 2007

CREPÚSCULO


Eran colores diáfanos, increibles,
cuando el sol inició su partida
en la más hermosa de las tardes,
en el momento menos oportuno.

Tú, como una esfinge, oteabas
el firmamento buscando ilusionada
el primer lucero, el primer instante
de aquella noche que nacía.

Yo, nostálgico, sin querer perdí
entonces lo único valioso que poseía,
mi humilde regalo a ese crepúsculo,
una lágrima niña que murió al brotar.

Extraviada tu mirada en el horizonte,
fuiste incapaz de percibir la hondura
de aquel momento extraño,
en que mis dos amores se reunieron.

martes, febrero 13, 2007

EL INFIEL




Por acaso, si vuelve un día,
¿qué le contaré?
-Contaréisle que hasta la muerte
siempre le esperé.

¿Y si no me conoce y sigue
inquiriendo más?...
-Contestadle como una hermana;
él sufre quizás.

Si pregunta por vos, ¿qué cosa
hay que contestar?
-Le dareis mi anillo de oro,
sin decirle más.

¿Si pregunta porqué se halla
la sala desierta?
-Enseñadle extinta la lámpara
y la puerta abierta.

Si sobre el instante postrero
quiere preguntar?
-Respondedle que he sonreído...
¡No vaya a llorar!...

lunes, febrero 12, 2007

HOY DECIDÍ SER FELIZ




Hoy me sentí romántico por primera vez en no sé cuánto tiempo. Seguramente me motivó aquella hermosa, suave e insinuante pieza de Diana Krall, "Temptation". La noche, jóven aún, era menos fría y decidí ir al Manhattan. Hacía meses que no ingresaba a ese precioso ambiente de fino jazz que tanto me gustaba. Como siempre, la atención espléndida. Desde el ajuttier que tomó mi auto hasta la hostess que me condujo a la mesa, hermosa chica que lucía sensacional. Sus ojos ámbar me resultaban tan familiares que si no era ella, me recordaba a una mujer única que no volví a ver.

Antes de ocupar mi reservado decidí beber un martini junto al piano, no sin antes saludar a Genaro, verdadero artista, maravilloso jazzista a pesar de su juventud, quien micrófono al aire anunció su dedicatoria para el amigo Errante que no había venido hacia un siglo. Tocó un lento y sensual apunte de Gillezzpie que me transportó al French Quarter, recordando a ese que en la calle Bourbon tocaba por unas monedas magistralmente el sax. Wow!!!!...Qué recuerdos...vibrantes, sensuales...

Hoy decidí estar feliz. Mis labios rozaron apenas la delicada copa, el martini más seco que recordaba, para bien de mi espíritu, que ya necesitaba un descanso. Se acercó entonces una linda mujer pelirroja que hacía rato me llamaba con los ojos y humedecidos labios. Yo le sonreí y vino hacia donde yo me encontraba para sentarse al lado mío, tan cerca que todos mis sentidos se estremecieron al roce de su piel, única, y ante el envolvente perfume, delicioso, arrobador. Aceptó beber igual un martini sandía, que es para mi gusto refrescante pero sin cuerpo. Después de un par de copas, bailamos sensualmente al compás d esas notas y nos sentimos transportados a otro mundo en el que ya sólo estábamos ella y yo. Decidimos dejar el lugar para disfrutar de una mayor intimidad y cuando me disponía a tomarla del brazo para retirar su silla, dos chavos elegantemente vestidos y dos hermosas mujeres, cada uno por su lado, se acercaron a nosotros. Parecían conocerla a ella. Los saludó cortesmente y los presentó conmigo. La verdad, los cuatro creaban una atmósfera atrayente que combinada con la nuestra, hacía del momento algo más intenso. Me preguntó si tendría inconveniente en que nos acompañaran. Le dije que no porque sentí que ella lo deseaba, aunque yo hubiera preferido seguir con la idea que ya tenía formada. Sin embargo, tampoco estaba cerrado a experimentar.
Llegamos a mi departamento cuando los tragos hacían notar ya un exceso, pero nada que no fuera "normal". El primero en botar la formalidad fui yo y Christian, mi fiel asistente y conocedor de mis gustos, había ya dispuesto el lugar con música prístina y ambiente acogedor. El resto lo dejo a su imaginación. Teníamos frente a nosotros el ventanal de la terraza que daba a la bahía. Corrí la puerta para que entrara la brisa, levemente fría y refrescante. El espacio se lleno de sensaciones, de risas, de sensualidad, de calor, de chocar de copas y de cuerpos. Intenté rescatar a mi bella pelirroja, cuando otras manos me tocaron, otros labios me besaron, alguien me ofrecía champaña y ella...me miraba desde el corredor con una sonrisa tan, tan divina que no la he podido olvidar.

domingo, febrero 11, 2007

IN...VIERNO


Justo un mes después de nuestro encuentro, fui en su busca. Entonces no me pareció que fuera a estrujar mi alma, a aplastarla, a demolerla y a destilarla pacientemente hasta formar un río, no sé si para beberlo o simplemente dejarlo correr entre gozosos chapoteos.

El invierno, es igual en el Polo Norte que en el Sur?...preguntó aquel hombre tumbado en el catre maloliente que había ocupado desde hacía veinte años.

El invierno, respondí, es igual en todos lados, en el norte, en el sur, en el oriente y en el poniente. Su mirada, cansada y triste, sin brillo, reflejaba solamente enfermedad y llanto. La muerte anunciaba estridentemente su llegada. Eso me hizo sentir una profunda pena por él...y por mi. La vida se le escapaba como agua entre los dedos y no encontraba forma yo de impedirlo.

El invierno, es igual para el niño que para mí?...el frío es tan intenso aquí como allá?...lo sufre él igual que yo?...

El invierno es igual para todos, lo vivimos todos, lo sufrimos todos a gritos o en silencio, respondí al tiempo que me acercaba a abrazar a ese pequeño ser carente de todo, hasta de dignidad.

El invierno, te punza el alma y el corazón a ti también?...te martiriza hasta la médula de los huesos?...te entumece los pies, como las manos, como el espíritu?...

De qué invierno me hablas, hombre?...esa estación tan dolorosa, tan angustiosa, no la he conocido jamás. No te entiendo!...Miré con estupor y desesperación el rostro anguloso y duro de aquel espíritu carcomido, puros huesos y piel chorreando, suplicando por una respuesta comprensible y compasiva.

No. Soy yo quien esperaba y necesitaba de ti una respuesta que me dejara ir en paz, dijo, pero veo con amargura tu ansiedad ante mi dolor...Vete...No tengas temor, ni rencor, ni dejes que asome una mancha en tu alma o una lágrima brote de tus ojos. Vete y no mires atrás. Olvida que me viste, que me conociste. Olvida mi invierno, que sí, sólo es mío. Despeja tus dudas en ese antro, en ese lienzo, en ese poema, o...mira...ahí van pasando ellos y ellas, aprovecha, acompáñalos y has como que yo no existo. De todos modos, ya sabes, estoy por partir.
Ríe, canta, baila hasta la extenuación y da vuelta a esta página. Verás como mañana asomará tu primavera de nuevo y serás feliz. Nada ha pasado y el invierno...ah, el invierno...ya llegará, no te angusties más. Ya llegará. A su tiempo. Pero será el tuyo y entonces entenderás porqué cada uno tenemos el nuestro.

Un viento helado golpeó mi rostro cuando abandoné la inmunda habitación. No vi a nadie. No había nadie. Sólo mi ventana que, al cerrarla, me devolvió la calma...no sé por cuánto tiempo más...

viernes, febrero 02, 2007

BÚSQUEDA


Que frenética ha sido esta búsqueda, de un orto que no llega, de un destino inacabado, de una misión indefinida, de un horizonte indescifrable!. Porqué...pregúntome como hace mil años...porqué tenía que ser a mi que se eligiera. Acaso fue al azar?, o todo obedece a un propósito calculadamente frío?...pero, cualquiera sea quién y cómo me conteste , su respuesta la necesito ya, la quiero ahora! No podré dar un sólo paso más si no se atiende de inmediato esta humilde y descorazonada solicitud.

Entretanto y porque sé bien que un acertijo, si acaso, llegará, dormiré un poco para ahuyentar el deseo cada vez más mío, cada vez más irresistible de poner fin a tan larga y cruel desolación. Y es desolación, aunque no lo creas, aunque pienses que deliro, porque, sí, es cierto, he puesto mi fe en ti y por eso no he dejado de creer en el amor, en la humanidad, en su bondad, en su inocencia. No he dejado de besar, de abrazar, de amar de sonreir y no he empezado a odiar ni dejo que la indiferencia llegue a mi. Puedo aún compadecerme y sentir en mi carne el dolor ajeno, pero...hasta cuándo, hasta dónde?, y sobre todo, tendré que seguirlo haciendo sin nadie hasta el fin, sin alguien que me guíe, que me acompañe, o tan sólo que me consuele un poco besando con ternura mis labios?

Qué busco?. Dónde busco?. A quién busco?...

Serás tú quien me responda...siempre...sombra errante?

Acerca de mí

Nací un martes 13 exactamente a las 00.13 y alguien dijo que por eso estaba emparentado con un ángel desalojado del Paraíso. Tal vez...