martes, septiembre 25, 2007

LLOVIZNA

Una lenta llovizna torna gris el paisaje,
y un dolor importuno ensombrece la vida...
A las puertas del alma, cual viajera rendida,
ha llegado una pena y ha pedido hospedaje.

Un olor de jazmines atraviesa el ramaje
y se clava en el pecho y renueva la herida;
y nos viene al recuerdo la visión dolorida
de una tarde de lluvia precursora del viaje.

Un olor de jazmines...La palabra insegura
de la terca llovizna al oído murmura
confidencias sutiles mientras baña las frondas;

y el espíritu evoca en romántico duelo
el llorar de unos ojos, el flotar de un pañuelo
y el huir de una nave que desgarra las ondas.

sábado, septiembre 22, 2007

COMO QUISIERA

Cómo quisiera que tu corazón fuera mío, al menos una tarde de otoño. Las hojas permanecerían ahí por un momento más, cobijándonos.

Cómo quisiera que el Taj Majal pudiera por un día ser cerrado con nosotros dentro, tan sólo para que miráramos desde la ventana de Mhirata el horizonte y luego besarnos largamente.

Cómo quisiera que subieramos juntos hasta la casa del árbol y pasar en ella una noche inolvidable, rodeados por nuestros queridos animales, los tuyos y los míos, para escucharlos regalarnos entre las estrellas el único concierto posible enmedio de la nada.

Cómo quisiera que a bordo del "Errante" nos sorprendiera un fin de año en alta mar, por allá cerca del magallánico estrecho, para que al dar las 12 chocaramos nuestras copas y nuestros cuerpos al unísono y luego, envueltos uno en el otro deternos a ver el amanecer entre los hielos eternos.

Cómo quisiera que en mi refugio hubiese una fotografía tuya y tal vez aquella que te robé en Oaxaca, cuando el mercado hervía y tú buscabas con desesperación la planta mágica que eliminaría mis males. El deseo te invadía y me hacías tan feliz.

Cómo quisiera robarle tiempo al tiempo para alcanzar otra vez al astro que encendió nuestras noches desde aquel encuentro, el primero, tendidos en la hierba rodeada de araucarias y pinos. Te acuerdas?...Al fondo se veía Juanacatlán, nuestro preciado tesoro.

Cómo quisiera que de nuevo tus pinceles cobraran vida y deslizándose con suavidad y con maestría, como era siempre, volvieran a plasmar tus sentimientos, tus anhelos, tus alegrías y tus tristezas. Recuerdo cuando los abandonaste, hace ya muchos veranos.

Cómo quisiera, mi amor, que hubieras podido aquilatar lo inmenso que fue y sigue siendo mi sentimiento por ti. Intentaste hacerlo porque me querías, pero no porque me amaras. Te lo regalé completo, sin reservas, con toda mi alma y aún lo guardo, a pesar de todo, pero, ya ves...

¿Recuerdas cuando subimos hasta el Nevado porque necesitabas cerciorarte de que no era un espejismo?

¡Cómo quisiera que al despertar estuvieras aún junto a mi...En nuestra cama está el espacio hollado por ti, intacto. La almohada permanece como el último día!

Cómo quisiera, sobre todo, que en tu funeral me hubieran acompañado al menos mis comejenes, mis fantasmas, mis recuerdos, todo lo nuestro, para que fuera ese momento menos amargo...

Cómo quisiera que hoy, ante el llamado de la vida...tú pudieras saber cuánto me haces falta, a pesar de que jamás me amaste. ¡Cómo quisiera!

Y mientras escucho Casta Diva con la incomparable Callas...mi pensamiento vuela hasta
ti...anhelando que todo esto termine ya, para mirar de nuevo el mar reflejado en tus pupílas.

miércoles, septiembre 19, 2007

MI HERMANO LUIS


Un día como el de hoy se fue para siempre mi hermanito Luis. Al percatarme de su ausencia el mundo cambió. Se volvió gris. Mis juguetes desaparecieron también y el tiempo se fue haciendo largo, largo, largo. La primavera me parecía idéntica al invierno, el otoño era monótono y el verano ni sabía que existía.

Él y yo fuimos los mejores amigos. Nuestros juegos, los más limpios, quedaron en mi mente y cada 19 de septiembre el tic tac del día y de la noche me dicen que las canicas, los baleros, las serpentinas, los caballitos y los barcos de papel están ahí, aguardando nuestro reencuentro, ya cercano al fin. Entonces vuelven los extraños recuerdos de aquellas horas: una camita vacía, una jirafa silenciosa, un payaso que no volvió a sonreír y yo, mirando tras el dorado barandal hacia todos los rincones de la habitación esperando con una colorida pelota entre las manos a mi inseparable compañero que nunca regresó.

Al paso del tiempo mi tristeza cobró su factura. Con paciencia infinita, la soledad me abrió sus brazos para acogerme con amor y así caminé un largo, larguísimo trecho entre silencios y sollozos, hasta que víctima de estertores provocados por un inexplicable mal me encontré en un hospital, envuelto por la extremaunción.

Entonces lo volví a ver, risueño, amoroso, angelical. Dicen quienes estaban que una gran sonrisa se dibujó en mi rostro y la enfermedad se fue. No lo sé, pero aquel maravilloso momento me ha dado la fuerza para levantarme cada día con la inquebrantable certeza de que él me acompaña y me guía. Con la fe absoluta de que los juegos que quedaron pendientes los habremos de continuar y la sensación de que ésta no ha sido sino una pausa pequeña frente a los perennes y felices tiempos por venir, cuando llegue al lugar en el que sereno me espera.

Sí, hermanito. Pronto, pronto...
(Gracias Diego, por tu hermosa y oportuna pintura. Ella dice más que todas mis palabras)

viernes, septiembre 14, 2007

FOEDUS


Un iris vergonzante miente
su heptacromia tendida en el cielo,
siete garantías que setenta veces siete
mintieron...
Guiñapo desteñido
por el ábrego, el mistral y el pampero;
condecoración anacrónica
de un abolido reino,
cuyo monarca destronado
-sordo implacablemente y fatalmente ciego-
arrastra por el orbe la cifra cabalística
de sus siete millones de inviernos...

miércoles, septiembre 12, 2007

TU VOZ

Ha llegado tu voz
hasta mi gran silencio
y en la angustia callada
de mis cuatro paredes
tus palabras sonoras
se hacen breves e inquietas
como pequeños gnomos,
o inmensas y profundas
como ecos de infinito.

Es voz en remolino
que se clava en el techo,
son palabras calientes
que me dan la sonrisa
de esa boca abierta,
trayéndome el aliento
que las hizo vivir
sobre la ausencia.

No seguirán volando
por las distancias huecas,
han quebrado sus alas
al colarse en mi oído
para dormirse quietas
junto a mi soledad atormentada.

sábado, septiembre 01, 2007

LA PLAYA

Emprendí al amanecer nuevamente el camino de la playa que por años había recorrido. Siempre, siempre en cada ocasión encontré formas nuevas en la arena y en las olas, como diseñadas por un gigantesco e imaginativo creador, imposible de igualar. Eso sin contar los diferentes colores que a cada minuto se iban dibujando en el celaje. Un espectáculo distinto en cada ocasión y jamás tuve que pagar un centavo por él.

Pero hoy era sensiblemente distinto y diferente. Pareciera que no estuviera en la misma playa. Era un cambio profundo y no por culpa de algún Tsunami. Me dijo algún amigo lugareño que aqui nunca los han sentido. No. Era otra cosa.

Llevaba un libro conmigo que había intentado terminar hacía tiempo. "Heven no more" de Al Thompson, canadiense amigo quien también caminó por aquí y fue entre estas delicadas arenas que lo escribió. Me pidió que no indagara nada, que no le preguntara nada. Sólo que lo leyera y entonces lo buscara para comentarle mis sentimientos. Al murió en un estúpido accidente casero en Vancouver y desde entonces me encuentro en la disyuntiva de terminarlo o no.

Pero hoy la playa está irreconocible para mi. Solía ser "mi" playa hasta ayer. No sé qué pasó. Sigue hermosa. Es el paraíso, pero no es igual.

Las raíces de una imensa ceiba besan la playa y a su sombra me recosté, mirando el horizonte. Las hojas de mi libro se revolvían con el viento frío de la mañana y de pronto, al detenerse un poco, señaló la antepenúltima página. Al final de ella, algo estaba escrito a mano en inglés con lápiz. Reconocí de inmediato la letra de Al, pero no sus garabatos. Me esforcé por saber qué dejó ahí?. No serían más de cinco o seis renglones:

"My friend: These is the first number of the edition. It's a treasure for me and hope for you. The next pages are enterely dedicated to our friendship. I'm sorry if im wrong. I'm sorry if i failed. I wold ask you to read my stupid lines in a glamorous morning, at the same beach of my dreams and, if you may, in the morning, in the very morning, when the sun shines but warm is not ready. Please, read it easy and carefuly, i beg you. I'm shure yu'll understand".

Levanté la vista al horizonte de nuevo. Los colores eran diáfanos y la mañana apenas nacía. Era el momento propicio aunque no propuesto por mi. Era realmente EL momento, de acuerdo a los deseos de Al.

Mis manos sostenían delicada y suavemente aquel texto y di lectura a las páginas que desde hacía cuatro años, cuando él partió, había yo dejado pendientes. Algún día me decidiré a plasmarlas aqui. Entonces, cuando un torrente de lágrimas corrían sin freno por mi rostro comprendí por qué la playa, la mañana y los colores no eran los mismos. Entonces entendí cuánto él me regaló cada día de su vida y por qué me lo dió. Pero extrañamente, mi lloro y mi presentimiento no eran de tristeza ni angustia. Fue un momento, sólo un momento en que el ángel volvió y antes de abrir el libro supe que estaba ahí. Permaneció conmigo por unos minutos. Era que venía la tercera vez en menos de un año. Creí que era el viento, pero fue él quien señaló la página.

Nunca supe y menos imaginé que mi gran amigo canadiense tuviera esa conexión. Menos aún que fuese poeta. Me recordó a "Seven Story Mountain" que hace tanto una mujer amada, amadísima, me regaló también en otra playa, en otro mundo, en otro tiempo.

Hoy me pregunto si ella y él son una misma persona, que partieron antes que yo, dejándome un dolor profundo y una solitaria playa por caminar...

Acerca de mí

Nací un martes 13 exactamente a las 00.13 y alguien dijo que por eso estaba emparentado con un ángel desalojado del Paraíso. Tal vez...