jueves, mayo 29, 2008

LAS SIRENAS

El golfo estaba quieto..Sobre cubierta, a solas,
me invadía la calma solemne de las olas.

Me asaltaba el delirio de la leyenda...Apenas
distante de mis ojos, un grupo de sirenas

surgió subitamente...Una cercana roca
lo sustentaba en lecho de musgos...En mi boca

enmudeció el asombro...Sobre las verdes lamas
vi plateadas colas de pulidas escamas;

y miré claros iris color de alga marina,
y gotas rutilantes sobre la blanca y fina

piel de desnudos torsos...Un divino temblor
agitaba mis miembros, y miré en derredor

como buscando ayuda...Mas no con manos cautas
rellené mis orejas como los viejos nautas,

ni en extraño consorcio de temor y deseo
usé de los ardides del prudente Odiseo.

Iba a oír el divino canto de seducción...
Las sirenas cantaban...Y escuché la canción.

Del apacible golfo las vastas soledades
resonaron al canto de las yertas edades...

Yo oí...¡Los mismos temas..., la canción conocida,
cosas muy viejas, cosas del amor y la vida!

20 comentarios:

  1. hermoso nadar en las aguas de tus mares..se siente el eco de tu alma.
    besos
    Blue

    ResponderBorrar
  2. Indudablemente dejan un sabor especial

    te dejo besos de nube

    ResponderBorrar
  3. Nostalgia...de escuchar su risa loca y sentir junto a mi boca... Hmmmm! ;)

    ResponderBorrar
  4. con todo y su precio, yo también escucharía ese canto.

    gracias, querido errante, por traer de regreso las sirenas.

    no me debe un verso?
    abrazo

    ResponderBorrar
  5. ¿El golfo estuvo alguna vez quieto? No lo creo...

    ResponderBorrar
  6. Ulysses fue fuertemente atado al mastil de su embarcación para poder escuchar el canto de las sirenas. Escuchó su canto, pero no perdió su vida por ello... deseo que el dulce canto de las sirenas no te haya arrastrado hacia sus arrecifes y seguir disfrutando de tu viaje.

    Un beso!

    ResponderBorrar
  7. un día de estos, vamos a escuchar las sirenas, ¿verdad?

    ResponderBorrar
  8. ausencias.. ssssssssss silencio
    ausencia..
    inerte... ssssss
    ¿donde?...
    naufragio...sssssss
    ¿donde?...

    EL silencio se enconde entre palabras sin sonido, esperando, esperando, esperandote... tan solo es la incertidumbre de saber a donde naufragias...

    ¿estas bien?

    ResponderBorrar
  9. hola, pues aquí en la fiesta que he montado hay sirenas también y muy hermosas y además te he dejado un regalito en mi hotel del alma, cuando puedas puedes venir a recogerlo, espero que sea de tu agrado, hay una super gala montada, música, barra libre etc. Y no te preocupes por llegar tarde, esto es para largo, jejjeje

    Salu2

    ResponderBorrar
  10. Felicitaciones por el PREMIO AMOR PERFEKTO

    Un abrazo,
    Verónica

    ResponderBorrar
  11. Llego por primera vez desde el Blog de Whilemina,¡qué hermoso texto! Y que ensoñación a partir de tu Nick, Erranteazul.

    ResponderBorrar
  12. ASÍ COMO DICE CATALINA, EL TEXTO ES SENCILLAMENTE HERMOSO Y LA BELLEZA DE TUS LETRAS NOS HACE VISITANTES DE TUS HUELLAS.
    UN ABRAZO ENORME DESDE BUENOS AIRES,
    AGRADECIÉNDOTE LA VISITA A MI MUNDO.

    EXTASIADA SIGO RECORRIENDO TUS ANDARES LÍRICOS CON UNA PAZ Y UNA ALEGRÍA ESPIRITUAL HERMOSAS.

    BESOS
    VERÓNICA

    ResponderBorrar
  13. Cada navegante sabe donde ir, y aunque la embarcación tome rumbos no deseados, y lo aleje de sus sirenas... pues él SABE que ellas pueden seguirlo... donde sea, aunque él deje de verlas...

    Besos J.

    ResponderBorrar
  14. Bendito TU, mi Erranteazul, que las sirenas se postraron a tu pasar y dejaron que escuches sus cantos de amor, vida y espera. Que hermoso canto haces al cantar de ellas, las hembras de los mares que con cadenciosa armonía emiten los cantos de marinos, hombres, visitantes y pasajeros de mar, tierra y cielos.

    Leerte mi amigo siempre se me hace indispensable.

    Un abrazo desde la lejanía.

    Maya

    ResponderBorrar
  15. Algunos tienen ese gozo, ese deleite de ver, sentir y disfrutar de la belleza que te ofrece el mar, sus maravillas, sus milagros andantes, lo que la marea arrastra, lo que la profundidad esconde.
    Nadie oyó esas mismas canciones nunca. Son sólo de uno, no se repiten...

    ResponderBorrar
  16. Te visito luego de mucho tiempo... dejo un abrazo

    MentesSueltas

    ResponderBorrar
  17. Si, mi viejo. Odyseo no quiso renunciar a la experiencia de oir el canto atàvico de las hijas del mar, el mensaje sagrado que tenían reservado para él.
    Pero aunque salvó la vida, los acordes de esa melodía habitan por siempre en el fondo de su locura. No hay noche de luna llena que su alma no se agite, pendiete de los ecos del mar. Aunque uno huya, su verdad siempre acaba por alcanzarle.

    ¡Feliz travesía, amigo navegante!

    Un hombre sale de viaje, otro es el que regresa

    ResponderBorrar
  18. hermoso poema... que hermosa humedad llega a tus sentimientos, palabras tan fuertes como las olas de este oceano lleno de los que se aman...

    ResponderBorrar
  19. Amo a las sirenas, desearía poder ser una de ellas... o por lo menos encontrar a la que vi en mis sueños.

    Besos chilangos :)

    ResponderBorrar