El viaje del vivir...¡Egolatría
desplegada en el viento en una onda
de pabellón embravecido!
Está de vuelta el tiempo
con un aroma de papeles,
como si en medio de los campos
alguien hubiese destapado
el cofre de un abuelo...
La vida se madura
como la cabellera de una niña
o como el viento soterrado:
con los días...¡lo mismo que las pomas!...
El corazón, al otoñarse
mitad cansancio, mitad ciencia,
torna en caballo con la rienda floja
que marca su regreso, lentamente,
volviendo el cuello hacia la rama
que se mece en el aire...
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