jueves, febrero 26, 2009

Sí, morir

Si yo pudiera pondría una flor
sobre el pecho de tu ternura muerta
y me resignaría.
Si nada más pudiera lavarme el alma
de este dolor con una lágrima,
o caminar indiferente
por esos sitios que recorrimos juntos,
cuya sola presencia me desgarra.

Morir, perderme, destrozarme, huir
donde no estén tus ojos;
adonde el hilo más delgado de tu voz no exista
y tu gracia perfecta no sea más que nube no mirada;
donde tu nombre no se vuelva angustia,
ni tu palabra herida,
y tu sonrisa no me pueble las noches
de estrellas y de lágrimas.

jueves, febrero 12, 2009

PERDÓNAME

Perdona que te escriba
desde un lugar cualquiera,
pero no tengo un sitio
que me invite al descanso;
perdona que no diga tu nombre
porque temo que el viento
mortal lo desintegre.
Queda aquí, resguardado
en esa íntima, silente soledad
que me enseñó a encontrarlo
muy adentro,
encendido y constante en la vigilia.

¡Pero si no estoy triste!
Sólo que es muy difícil, fatigoso
el retorno
a las profundidades de mí mismo.

En este viaje interno, descendiendo
hasta el fondo de mí, hacia mi abismo,
en busca de una luz, de una señal perdida
que me conduzca
a la morada donde mi alma sola
reclama una respuesta
a su cansancio de indagar en vano.

Y nada sé de mí, nada que aclare
el enigma que ronda cada sueño,
cada fulgor que apaga en la tiniebla,
la imagen impasible en el espejo.

Me quedo aquí, al principio
de esta espiral eterna,
en busca de las huellas luminosas
que guíen mis pasos al soñado hallazgo
del amor o de la muerte.

Acerca de mí

Nací un martes 13 exactamente a las 00.13 y alguien dijo que por eso estaba emparentado con un ángel desalojado del Paraíso. Tal vez...