Es en los últimos tiempos que en la poesía lo cursi se pierde. Rescato algo de eso, que llama desde mi interior. Acaso la "modernidad" sea para algunos sinónimo solamente de discos duros, gigas y cybernética, pero ignoran que todo ello es finalmente incapaz de desplazar lo que llevamos dentro y, aunque resulte difícil de reconocer, en algún momento o a cada instante lo cursi se apodera de nosotros. Ante los demás nos avergonzamos, pero en nuestro interior existe felicidad y satisfacción.
Sea pues esto un ejemplo de cursilería envolvente.
ISi alguna vez un pensamiento míoturbara tu conciencia,¡devuélveselo al Viento!...El me dirá al oído la grata confidencia!IINo ha de llegar tu acento conmovidoa romper las paredes de mi alma:¡No ha de llegar ya nunca: se ha perdido!En soledad, el corazón te llama.IIIHay horas en que pienso que es mísera prisiónel Universo.Hay otras horas,en que el ecomismo del más débil sonido,le comunica, al alma,su sentido.IVTodo se acaba,se confundey muere,cuando ha muerto,en nosotros, la esperanza.Todo queda marchito,todo hiere¡sólo en el almaen sombra,el tedio muerde!VLo que resta de mi:esta presenciaes sólo cárcel con que me ciñela Naturaleza.Mi alma ha mucho tiempoque se ha ido;hasta un mundo mejorme ha precedido;el cielo la dotóde transparencia.VIResignación, te espero!¡Tu corona benditame pacifica el almaen la hora infinita!¡Resignarse es morirhora tras hora!...