martes, marzo 27, 2007

CELOS


Nunca había sentido nada igual. Mi alma por primera vez se ennegreció y el corazón se hundió, perdido en el más oscuro rincón. Mi cabeza y el mundo giraron con frenesí. El muro, blanco, sin mancha, se cubrió de sangre y lágrimas incomprensibles brotaron sin cesar día y noche...día y noche. No reconocí mi rostro al confrontar en el espejo tanto dolor, cuando al fin pude recobrar aliento y vida.

Tu recuerdo, tu imagen, tu cuerpo vinieron al instante y nuevamente sentí el relámpago que fulminante golpeó hasta enloquecerme. Porqué si yo te amo me invade este sentimiento cruel que despedaza, que martiriza, que aniquila. Porqué...si yo te amo?

Asomé a mi ventana...el sol no está, el mar se ha retirado,...y en el horizonte se adivina un iracundo huracán plagado de estruendo, de centellas y sobre ellas montada, sonriente y festiva...la muerte me abre sus brazos!

viernes, marzo 09, 2007

LLANQUIHUE

Junto a la baranda del "Errante" dejé volar a mi imaginación para forjar un pensamiento, mientras la mirada recorría con avidez el Llanquihue de mis recuerdos. Sus orillas y follajes no habían cambiado, esmeralda viva que allá, muy lejos, se une al plúmbago celaje. Sin prisa, el barco se desliza suavemente sobre la transparencia sin par, que permite admirar el fondo y la roca, dando impulso y razón al apunte que bordo con emoción:

"Un diáfano silencio...
bajo el manto
de un cielo en paz y sobre el agua quieta,
el sueño azul cristalizó en un canto
que se adurmió en el alma del poeta.

El volcán a lo lejos parecía
un seno de mujer vertiendo albura
que heló la noche y deshelaba el día...
Y cada arroyo blanco suspendía
su curso entre la cumbre y la llanura.

Agua azul, cima blanca, verde fronda,
aire de tan divina transparencia,
que la misma existencia
se advertía más diáfana y más honda...

Reclinado en la borda, tan cercano
miré el cristal, que al corazón le vino
un voluptuoso impulso repentino...
Y sobre el agua deslicé mi mano
como sobre un encanto femenino.

Diafanidad inmóvil...Todo era
contenida emoción...Ni línea ruda,
ni agresivo color...El alma diera
algo por tener voz...
La barca muda
llegó como una sombra a la ribera".

jueves, marzo 01, 2007

PLENILUNIO

Para Alex...

Como nunca, el mar y el cielo se habían fundido. La luna, celosa de tan grandioso encuentro, apareció llena, redonda, plena, iluminando con intensidad insólita aquella noche. Testigo único de tan extraordinario espectáculo, decidí contar enmudecido las estrellas en un ejercicio que hubiera querido nunca interrumpir. Al hacerlo y señalar a cada una con el índice, di seguimiento a un sueño tras otro y ellas, como si unieran sus sentimientos a los míos, me impulsaron a volar. Miré desde el aire las crestas del oleaje que, furioso, se alzaba contra ellas, contra todo, contra mi, pero lejano y sutil, cobrando cada vez más altura, fui alcanzándolas maravillado por su hermosura y brillantez. Acaso los científicos habían dicho que los astros no tenían luz propia?...No sé, no lo recuerdo, pero compruebo que se equivocaron.

Como un ángel que juega y salta, recorrí cientos, miles de luceros que generosamente me acogieron. Mi piel pudo bañarse en su delicado y suave polvo y al hacerlo, cobraba un tono tan especial que no parecía el mío. No era blanco, como así lo creí siempre. Era aperlado, como ese que matiza los de las caracolas y de los árboles arrecifales, o como aquel otro que forma un arcoiris en el horizonte.

De pronto, al saltar hacia el más lejano y brillante, empecé a perder fuerza y me precipité al vacío en un horrendo y vertiginoso vórtice que me arrastró cual inerme hoja al viento. Sentí cómo mi cuerpo entero se rompía en mil pedazos al chocar con la tierra y absolutamente inerte cómo la sangre corría libre y ligera. Todo seguía dando vueltas a pesar de que no podía moverme.

¿Qué sucedió?...¿Cómo pasó?...

Mas, si el músculo y la carne se encontraban sin fuerza y estaban ahí, muertos, seguía sintiendo la vida dentro de mi. No era mi corazón el que latía, ya no. Eran mi alma y mi espíritu que, liberados, tornaron a volar, ahora con más fuerza, sin límite, sin ataduras, sin cadenas. Juntos se lanzaron hacia un nuevo horizonte, mucho más hermoso y límpido. Al fin, al fin habían iniciado el camino al hogar.

Acerca de mí

Nací un martes 13 exactamente a las 00.13 y alguien dijo que por eso estaba emparentado con un ángel desalojado del Paraíso. Tal vez...