lunes, abril 02, 2012

SIN TÍTULO

YA SÉ QUE EXISTEN OTRAS PENAS
CON MÁS PAVURA Y MÁS COMPLEJIDAD,
PERO ESTE ES MI DOLOR Y A ÉL ME AFERRO,
NO PREGUNTEN POR QUÉ.

HACE TANTO QUE OLVIDÉ MI CÉDULA DE ARRAIGO,
EXTRAVIÉ MI EQUIPAJE,
EL PRINCIPIO DE LO QUE NO PUDE SER.

HOY VIGILO ESTE DOLOR DE MEDIO TIEMPO,
ESTA ALEGRÍA DE FIESTA EQUIVOCADA,
ESTE LAMENTO QUE ENGENDRÓ LA MASCARADA.

ESTA PENA MÍA, TAN ESTRICTA Y HONDA,
SE ADIESTRA EN LO NOCTURNO Y ALLÍ AZUZA
CABAL REMORDIMIENTO, HORA PERDIDA,
Y ALIMENTA LA MÍTICA ALIMAÑA DE MIS MIEDOS.

domingo, septiembre 11, 2011

JUEGO DE INVENTARIO

La memoria es un vino y un destino.
Llega como un aroma entresoñado,
me estremece, me salva del tiempo de la muerte.
Fascinada, me lleva de la mano a su historia.
Me convierte en el niño que descubre su infancia.
Sube a mi juventud agolpando en mis sienes
la certeza de haber vivido muchas vidas
que protagonizaron la fábula del tiempo.

En su juego de luces y de sombras,
el dolor y el placer sin duda se reparten.
Vislumbro el claro andén de mi primer amor.
Todavía sus ojos hacen más triste el mundo.
También otros adioses de efímeras imágenes
que van desvaneciéndose por remotas regiones,
en puertas que perdieron sus llaves para siempre.

Pasó la niebla y todo fue arribando
a este reino impasible en donde la existencia,
incrédula, atesora recuerdos que desnudan
desamparadas voces en el alma.

viernes, septiembre 02, 2011

DESNUDEZ

para ti


Tu desnudez expuesta
entera
como el pan en la mesa.

Beso a beso,
caricia a caricia, se dora
al sol del deseo.

Lllama que moja y quema,
llama que llama:
tu lengua.

Arqueros enardecidos
disparan sus flechas
los cinco sentidos.

Entre tus piernas el blanco:
carbón de sangre
corazón de la hoguera.

Doble latido y un solo ritmo.
Como la vida y la muerte
al principio.

Caracol del oído:
el oleaje de los suspiros
y la marea de los ayes
y los Dios mío.

La mirada se pierde.
Salivan las sílabas.
Las pupilas ascienden
hacia alta caída.

Memoria del vértigo:
hacia adentro el quejido
y tus ojos abiertos
enceguecidos.

Zumbido de abeja:
el silencio
de vuelta
sin haberse ido.

Te descubro a mi lado
todavía temblando
como recién rescatada
de un naufragio.
O de un incendio.

y tienen de nuevo sed
de nombrar los labios:
la almohada, tu cabellera,
una pared de ladrillos,
un trozo de cielo: tribus
con rumbo desconocido.

Cruzan el aire -ya quieto-
tu nombre y el mío.
A recordarnos han vuelto,
a recrearnos los mismos.

Sobre el tiempo intacto
nuestros cuerpos tendidos,
expuestos al vacío,
melancólicamente plenos.

domingo, julio 10, 2011

CUANDO UN AMIGO SE VA

Hasta muy pronto, Facundo...

"Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo

Cuando un amigo se va
queda un tizón encendido
que no se puede apagar
ni con las aguas de un río

Cuando un amigo se va
una estrella se ha perdido
la que ilumina el lugar
donde hay un niño dormido

Cuando un amigo se va
se detienen los caminos
y se empieza a revelar
el duende manso del vino"

Facundo Cabral

domingo, julio 03, 2011

NADA

Para Karonte...

Nada hay en mí, sino esos horizontes
que alguien dormido contempla desde un mar:
desde otro mar, que acaso ya no existe.

sábado, junio 11, 2011

LA ISLA

Vivir como una isla,
lleno por todas partes
de ti, que me rodeas
ya presente o distante

con un temblor de luz
primera, sin pulir,
sin arista de tarde,
ni sombra de jardin.

Y ángeles en espejos
guardando tu mirada
para hacerse verdades
y noches estrelladas.

lunes, mayo 23, 2011

DE AUSENCIA

¿Oyes el mar?
Eternamente estaremos escuchándolo.
Lo llevaremos dentro como la sangre, como la paz,
como te llevo a ti misma.
Todo, todo irá acabando: la tristeza, la vida,
la soledad tan grande en que me has dejado.
Sólo el mar, amor mío, el mar sigue existiendo.
Me asomo: lo contemplo desde esta tarde lenta,
desde esta fría y herrumbrosa baranda
a donde no te asomas.

Amor, no estás conmigo, ¿Ves el silencio en torno?
Baja como las olas,
me roza como el río de tu piel,
se aleja para siempre.
Tú, mar, eterno mar de mi sueño,
sueño ya tú, lejana, irremediable.

El viento te acaricia. Yo soy el viento.
Pero estoy solo.
Y tú, tú estás lejana.
Sólo el mar te recuerda, te vive, te arrebata.
Siento tus labios, que es sentirte entera;
siento tu carne, calladamente mía.
Mis manos en el aire te dan vida,
y la playa, ya inútil sin tu huella,
deshabitada y torpe se aleja como el día.
Sólo la tarde existe;
existe y va muriendo. Unos dedos de espuma
me agitan los cabellos;
unas hojas doradas por el sol van cayendo.
Quizá son tus palabras,
quizá el cerco ya inútil de tus brazos.

Escucha, amor, te voy nombrando
como te nombra el mar. Algún abismo
se quiebra no sé dónde, y este mar
que respiro no es el mío
con capiteles rotos y con mirto.
Es tu terrible mar, tu húmeda selva,
como tú, tormentosa; como tú, quieta, insospechada, dulce,
y otra vez angustiosa y arrebatada. Amor,
me vas muriendo. Este mar que era nuestro
me mira indiferente. Quisiera levantarme
como un viento tremendo
y sacudir las velas, descerrejar los brazos,
morirme a chorros.
Pero sólo el silencio. Yo, acodado en el aire,
contemplo tu recuerdo.
No hay más que arena.
La ciudad, a lo lejos, se desdibuja.
Es un humo borroso como el olvido.
Ahora estiro los brazos y te busco.
Aquí están nuestras rocas. El mar se mira en ellas;
también te busca.
Una estrella de mar va acariciando mi sombra:
mi sombra que, sin la tuya, no es más que un pozo seco.
Esta tarde es como media vida: la media que me falta.
La que tú te has llevado.

No, no has venido.
Eternamente no vendrás. Caerán constelaciones,
se hundirán montes, siglos, tempestades,
y no vendrás. Y yo estaré mirando
lo que nos une todavía: el mar.
Un buque remotísimo buscará el horizonte;
pasará un pescador con sus cañas al hombro.
Sólo tú no vendrás.
No vendrás nunca.

Acerca de mí

Nací un martes 13 exactamente a las 00.13 y alguien dijo que por eso estaba emparentado con un ángel desalojado del Paraíso. Tal vez...