miércoles, septiembre 20, 2006

ALMA

Los minutos transcurrieron sin prisa hasta que la gota del deshielo me hizo reaccionar. Me vi de pronto ante un paisaje que parecía reflejar llantos y nostalgias, risas y gritos, éxitos y derrotas, selvas y desiertos, luces y sombras. En un espejo ennegrecido descubrí a mi alma hurgando en el futuro lo que sabe no será. Dominada por la angustia de saberse sola y acariciando apenas los confines del porvenir, envolvió para siempre con su halo triste mi vida y me lancé con ella a volar.
Alma mía, compañera leal y vigorosa que impulsaste corazón y espíritu, porqué decides ahora poner tu mirada tan lejos, provocando así tanta pesadumbre, si es cuando más necesito de ti?...No, no te es dable soñar. Eso déjalo para mis otros quereres. Las almas no sueñan...¡hacen soñar!, pero no sueñan.
Vuelve a tu morada y no desesperes. De lo contrario, mi partida tendré que adelantarla y así tu te verás traicionada, derrotada, muerta. Vuelve a tu morada y desde ahí intenta seguir mostrándome el camino y, si te es posible, hasta dónde llega. Has un esfuerzo...anda.

En la angustiosa soledad presente mi hálito único eres tú, como ha sido siempre y será.

Ella escucho mi ruego y mi razón. Hoy sentí de nuevo su fuerza...Mas, por cuánto tiempo?...Un minuto?...Eso es bastante en el suplicio de un largo día.

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Acerca de mí

Nací un martes 13 exactamente a las 00.13 y alguien dijo que por eso estaba emparentado con un ángel desalojado del Paraíso. Tal vez...