domingo, febrero 11, 2007

IN...VIERNO


Justo un mes después de nuestro encuentro, fui en su busca. Entonces no me pareció que fuera a estrujar mi alma, a aplastarla, a demolerla y a destilarla pacientemente hasta formar un río, no sé si para beberlo o simplemente dejarlo correr entre gozosos chapoteos.

El invierno, es igual en el Polo Norte que en el Sur?...preguntó aquel hombre tumbado en el catre maloliente que había ocupado desde hacía veinte años.

El invierno, respondí, es igual en todos lados, en el norte, en el sur, en el oriente y en el poniente. Su mirada, cansada y triste, sin brillo, reflejaba solamente enfermedad y llanto. La muerte anunciaba estridentemente su llegada. Eso me hizo sentir una profunda pena por él...y por mi. La vida se le escapaba como agua entre los dedos y no encontraba forma yo de impedirlo.

El invierno, es igual para el niño que para mí?...el frío es tan intenso aquí como allá?...lo sufre él igual que yo?...

El invierno es igual para todos, lo vivimos todos, lo sufrimos todos a gritos o en silencio, respondí al tiempo que me acercaba a abrazar a ese pequeño ser carente de todo, hasta de dignidad.

El invierno, te punza el alma y el corazón a ti también?...te martiriza hasta la médula de los huesos?...te entumece los pies, como las manos, como el espíritu?...

De qué invierno me hablas, hombre?...esa estación tan dolorosa, tan angustiosa, no la he conocido jamás. No te entiendo!...Miré con estupor y desesperación el rostro anguloso y duro de aquel espíritu carcomido, puros huesos y piel chorreando, suplicando por una respuesta comprensible y compasiva.

No. Soy yo quien esperaba y necesitaba de ti una respuesta que me dejara ir en paz, dijo, pero veo con amargura tu ansiedad ante mi dolor...Vete...No tengas temor, ni rencor, ni dejes que asome una mancha en tu alma o una lágrima brote de tus ojos. Vete y no mires atrás. Olvida que me viste, que me conociste. Olvida mi invierno, que sí, sólo es mío. Despeja tus dudas en ese antro, en ese lienzo, en ese poema, o...mira...ahí van pasando ellos y ellas, aprovecha, acompáñalos y has como que yo no existo. De todos modos, ya sabes, estoy por partir.
Ríe, canta, baila hasta la extenuación y da vuelta a esta página. Verás como mañana asomará tu primavera de nuevo y serás feliz. Nada ha pasado y el invierno...ah, el invierno...ya llegará, no te angusties más. Ya llegará. A su tiempo. Pero será el tuyo y entonces entenderás porqué cada uno tenemos el nuestro.

Un viento helado golpeó mi rostro cuando abandoné la inmunda habitación. No vi a nadie. No había nadie. Sólo mi ventana que, al cerrarla, me devolvió la calma...no sé por cuánto tiempo más...

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Acerca de mí

Nací un martes 13 exactamente a las 00.13 y alguien dijo que por eso estaba emparentado con un ángel desalojado del Paraíso. Tal vez...