lunes, febrero 12, 2007

HOY DECIDÍ SER FELIZ




Hoy me sentí romántico por primera vez en no sé cuánto tiempo. Seguramente me motivó aquella hermosa, suave e insinuante pieza de Diana Krall, "Temptation". La noche, jóven aún, era menos fría y decidí ir al Manhattan. Hacía meses que no ingresaba a ese precioso ambiente de fino jazz que tanto me gustaba. Como siempre, la atención espléndida. Desde el ajuttier que tomó mi auto hasta la hostess que me condujo a la mesa, hermosa chica que lucía sensacional. Sus ojos ámbar me resultaban tan familiares que si no era ella, me recordaba a una mujer única que no volví a ver.

Antes de ocupar mi reservado decidí beber un martini junto al piano, no sin antes saludar a Genaro, verdadero artista, maravilloso jazzista a pesar de su juventud, quien micrófono al aire anunció su dedicatoria para el amigo Errante que no había venido hacia un siglo. Tocó un lento y sensual apunte de Gillezzpie que me transportó al French Quarter, recordando a ese que en la calle Bourbon tocaba por unas monedas magistralmente el sax. Wow!!!!...Qué recuerdos...vibrantes, sensuales...

Hoy decidí estar feliz. Mis labios rozaron apenas la delicada copa, el martini más seco que recordaba, para bien de mi espíritu, que ya necesitaba un descanso. Se acercó entonces una linda mujer pelirroja que hacía rato me llamaba con los ojos y humedecidos labios. Yo le sonreí y vino hacia donde yo me encontraba para sentarse al lado mío, tan cerca que todos mis sentidos se estremecieron al roce de su piel, única, y ante el envolvente perfume, delicioso, arrobador. Aceptó beber igual un martini sandía, que es para mi gusto refrescante pero sin cuerpo. Después de un par de copas, bailamos sensualmente al compás d esas notas y nos sentimos transportados a otro mundo en el que ya sólo estábamos ella y yo. Decidimos dejar el lugar para disfrutar de una mayor intimidad y cuando me disponía a tomarla del brazo para retirar su silla, dos chavos elegantemente vestidos y dos hermosas mujeres, cada uno por su lado, se acercaron a nosotros. Parecían conocerla a ella. Los saludó cortesmente y los presentó conmigo. La verdad, los cuatro creaban una atmósfera atrayente que combinada con la nuestra, hacía del momento algo más intenso. Me preguntó si tendría inconveniente en que nos acompañaran. Le dije que no porque sentí que ella lo deseaba, aunque yo hubiera preferido seguir con la idea que ya tenía formada. Sin embargo, tampoco estaba cerrado a experimentar.
Llegamos a mi departamento cuando los tragos hacían notar ya un exceso, pero nada que no fuera "normal". El primero en botar la formalidad fui yo y Christian, mi fiel asistente y conocedor de mis gustos, había ya dispuesto el lugar con música prístina y ambiente acogedor. El resto lo dejo a su imaginación. Teníamos frente a nosotros el ventanal de la terraza que daba a la bahía. Corrí la puerta para que entrara la brisa, levemente fría y refrescante. El espacio se lleno de sensaciones, de risas, de sensualidad, de calor, de chocar de copas y de cuerpos. Intenté rescatar a mi bella pelirroja, cuando otras manos me tocaron, otros labios me besaron, alguien me ofrecía champaña y ella...me miraba desde el corredor con una sonrisa tan, tan divina que no la he podido olvidar.

No hay comentarios.:


Acerca de mí

Nací un martes 13 exactamente a las 00.13 y alguien dijo que por eso estaba emparentado con un ángel desalojado del Paraíso. Tal vez...