domingo, noviembre 26, 2006

RETORNO

He dejado para el último estas líneas, convencido de que ya no vendrás. Tanto tiempo de esperar, de soñar, de anhelar ilusionado tu llegada, ha acabado con mi fe, que era inmensa. Me dispongo ahora a cerrar la ventana, pero antes quiero trazar en el cristal un dibujo que no refleje mi tristeza. Se referirá a aquel encuentro maravilloso en el jardin de Providencia. Nunca lo olvidaré. Me llevó a otra parte, a otro cielo y a otro mundo, hasta construír en él la felicidad, hoy hecha añicos, como barata réplica de bacarat.

Vuelvo a la penumbra que me llama alborozada. Junto a ella están mi soledad y mis recuerdos. También los fantasmas de los que una noche te hablé, mis amigos, mis compañeros. Ese es mi verdadero mundo. En él nadie me perturba. Hay paz, silencio,
oscuridad. Mis ojos se habían acostumbrado a la luz, pero no les será difícil apagarse.

Allá está mi viejo sillón. Ja, ja, ja. Había olvidado la felicidad que provoca el no abrir la boca, ni la pantalla, ni la ventana. No recordaba el grandioso placer de ensimismarse. La profunda tranquilidad que otorga el hablar para mi mismo. La absoluta seguridad de no estar con nadie...

Ah, pero me harán compañía, claro, los luceros, las olas, las luciérnagas. El ejército de hormigas y de comejenes que en rigor nunca me abandonaron. Igual aquellos albatros y pelícanos, gaviotas y golondrinas, hermanas y hermanos míos a quienes yo adoro. Las nubes, las tormentas, los amaneceres y las puestas de sol. Los tigrillos, las mofetas, mis sueños, mis quimeras, mis tonterías, las rosas, los cipreses que no sé cuándo planté en recuerdo de aquellos otros amores.

Están ahí, fieles y leales refugios, mis libros, mis notas, mi lápiz y ese cuaderno en blanco que por tantos años ha esperado. Tampoco me han abandonado ni lo harán, las imágenes que tú me regalaste ni esas otras que yo te di. Las sensaciones, las caricias, los besos y, por lo que ve a Chiloé, iré en cualquier momento porque así lo quiero.

Después, mi barca. Mi amada barca. Desde esta atalaya, ventana mía, la miro. Está aguardando nuestra partida y sabe que nos vamos. Antes de que me esfuerce, estará desprendiéndose de la playa y pondremos proa nuevamente hacia el destino para retornar a él.

Ha sido hermoso. No me arrepiento. Bajel no te detengas. Errante, sigue tu camino!

6 comentarios:

Unknown dijo...

Esta todo lo que quiso ser y lo que no también, lo que espera y desespera, lo que calla y también grita, esta el silencio, callado como siempre, estamos los que estamos contigo, aun en la lejanía que con el solo pensamiento, te acerca a nosotros y te hace presente siempre en nuestra memoria, en nuestro corazón...

Unknown dijo...

...y también estoy yo, que no si sirva de mucho pero ahí me tendrás, a un ladito de tí.

Erótika dijo...

Un beso para aullentar el frío
una caricia con mis labios
para espantar el invierno de tus horas.
www.degustacionpoetica.blogspot.com

MAR dijo...

Errante tu no estas solo!!!!!!!
recuerda....
un beso, animo y NO CIERRES TU CORAZON, no es nunca tarde ni temprano para el amor...el amor es como una brisa viene y se va...pero que no te deje triste!!!
es lo que hay................
Muchos cariños.
MAR

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

"....La absoluta seguridad de no estar con nadie..."

Existe real seguridad en esto...estimado errante? A veces nosotros somos nuestra más insegura compañía...
El amor que se despide, no obstante, suele dejarnos en extrema soledad!!!

Disfruté tu comentario...
Volverás?

Ferip

Erranteazul dijo...

Claro que volveré Feri. Después de la tempestad viene la calma y ciertamente...habrá mil tempestades. Grax a ti, a greta, a erótika, a mar y a hugo. Van ya en mi barca!


Acerca de mí

Nací un martes 13 exactamente a las 00.13 y alguien dijo que por eso estaba emparentado con un ángel desalojado del Paraíso. Tal vez...